10 consejos para mejorar tu rendimiento deportivo
01/07/2022

10 consejos para mejorar tu rendimiento deportivo

Existen muchos factores que intervienen en tu rendimiento físico a la hora de entrenar, pero no siempre somos conscientes de ellos, sobre todo si somos primerizos en el gym. Seguramente alguna vez te ha pasado que te quedas sin aire a los dos minutos de empezar a correr o que te falta la mitad de la serie y ya no puedes sacar otra repetición; mientras más te esfuerzas por hacer las cosas lo mejor posible pareciera que no obtienes los resultados que deseas. Pero no te desesperes, a todo mundo nos ha pasado.

En este bonito camino llamado la vida fit todo es un proceso, y si tu principal objetivo es mejorar la condición física, te invitamos a que leas estos 5 consejos para mejorar tu rendimiento deportivo; aplícalos en tu rutina diaria y, junto con tu constancia y disciplina, notarás la diferencia.

Encuentra la manera de hacer las cosas

¡No hay excusas! Te presentamos los 5 consejos más efectivos para mejorar tu condición física.

1. CUIDA TU ALIMENTACIÓN

Aunque no lo creas, si no cuidas tu alimentación, será muy difícil llegar a tus objetivos físicos o deportivos que deseas, pues está ligada directamente a tus mejoras.

Toma en cuenta que debes consumir suficiente energía acorde a tus necesidades, para evitar la pérdida de reserva de glucosa en el músculo (la glucosa coloquialmente se le conoce como “azúcar en la sangre”, pero hablando del músculo, la glucosa es la energía que conservamos en el musculo para ciertas circunstancias de emergencia). En otras palabras, la comida es tu combustible, y la calidad de los alimentos que consumas tendrá un efecto directo en tu cuerpo.

Y hablando de calidad, es momento de tocar un tema bastante común dentro del mundo del fitness: los suplementos y las proteínas. Es muy importante no auto-recetarte cantidades de proteínas innecesarias; es cierto que la proteína es importante para la regeneración de tejido y el mantenimiento del musculo, pero en cantidades exageradas podría ser un desperdicio y, en casos extremos, podrías estar jugando con tu salud.

Por otro lado, también debes cuidar el tipo de grasa que consumes y las cantidades de ésta. Como consejo, programa horarios de comida y no te saltes ningún tiempo.

Y por último, no olvides que tu dieta diaria debe de ser adecuada, suficiente y variada, recuerda que no es necesario consumir vitaminas y minerales de más, pues el consumir más micronutrientes no es sinónimo de un mejor rendimiento

2. MANTENTE HIDRATADO

A veces no nos tomamos la hidratación en serio, cuando es uno de los factores principales para mejorar nuestro rendimiento.

Debes tomar agua antes, durante y después del ejercicio, y no esperar hasta que estés sediento. Al tomar agua estás ayudando a tus músculos y articulaciones a mantenerse más lubricados, y de esta manera ayudas a que tu sangre transporte oxigeno más fácil, puedes pensar con mayor claridad y mantienes tu temperatura regulada.

Por otro lado, la deshidratación puede ser una de las principales causas de la pérdida repentina de energía. Además, la deshidratación tiene un gran impacto en la salud, generando debilidad, calambres y disminución de la energía. ¿Ya tomaste agua hoy?

3. NO IGNORES NINGUNA SEÑAL DE TU CUERPO

Es cierto que al momento de hacer ejercicio es normal sentir fatiga o incomodad en ciertas zonas del cuerpo recién trabajadas; un ejemplo podría ser cuando no estamos acostumbrados a hacer ejercicio y el primer día en el gimnasio el coach nos pone a hacer pierna, ¿acaso no salen sintiéndose como si escucharan borroso?

Sin embargo, lo que no es para nada normal es sentir el dolor de manera intensa y ajena al esfuerzo de tu ejercicio, como un desgarre, un calambre, esguince, o hasta una fractura. Siempre que estés realizando cualquier actividad física ten presente esto: es normal sentirse cansado o incómodo, pero el dolor o la inmovilidad no es normal.

También recuerda que un factor esencial para la recuperación del cuerpo y por ende el incremento del rendimiento físico es el descanso. No lo subestimes, es más necesario de lo que crees. Sin él, el trabajo que realizaste con tanto esfuerzo en el gimnasio no podrá dar sus frutos de la manera que debería.

Escucha a tu cuerpo y a cualquier cosa extraña que sientas, chécate. Más vale prevenir que lamentar. Recuerda, al cuerpo lo que pida.

4. FIJA OBJETIVOS A CORTO, MEDIANO Y LARGO PLAZO

Debemos ser realistas y ponernos metas para poder comprometernos con nosotros mismos. Al momento de tener una meta fija, es más fácil realizar las tareas encomendadas. Si tu mente logra establecer una buena conexión con tu cuerpo, nada ni nadie podrá detenerte; en cambio, si no tienes una meta definida, puedes caer en el desánimo y en la frustración, y es en este momento cuando muchos tiran la toalla y deciden rendirse.

Sé paciente, no quieras apresurarte y respeta cada parte de tu proceso; te aseguramos que aprenderás mucho más en el camino que cuando hayas llegado a tu meta, y eso es lo más valioso. Siempre piensa en positivo y procura tener equilibrio en tu vida.

El poder de la mente es tan poderoso que, si te lo propones, y mantienes tu meta fija en frente, tus músculos, huesos, articulaciones y tendones, harán todo lo que les exijas. Tu cuerpo irá a donde tu mente se lo ordene.

5. MIDE TUS RESULTADOS

No es necesario que lo hagas cada semana, pero sí es necesario que lo hagas cada cierto tiempo para que puedas darte cuenta qué tanto estas mejorando y en cuánto tiempo, y también para que puedas ver en qué estas fallando y qué es aquello que puedes mejorar. El poder tener una manera más aterrizada y precisa de conocer y medir tus resultados no solamente te dirá qué tan cerca o lejos estás de lograr tu objetivo, te mantendrá motivado siempre y tendrás una referencia para ser mejor día con día.

Nadie es perfecto, y está bien. Todos estamos aquí para aprender.

El compromiso es contigo mismo, y con la única persona con la que debes estar compitiendo día a día, es contigo.

No todo es la genética

Hay algunas cosas que no podemos controlar y que pueden afectar nuestro rendimiento, pero solo es cuestión de identificarlas y averiguar qué podemos hacer al respecto:

- La edad es un factor que afecta al rendimiento físico, pero no es razón para dejar de entrenar solo necesitamos conocer nuestro cuerpo y ajustar nuestros entrenamientos si es necesario.

- El clima, el entorno de entrenamiento, los materiales, también son motivos externos que pueden modificar nuestro rendimiento, para que los tomes en cuenta. Escucha a tu cuerpo, reconoce cuáles son tus circunstancias y sácales el mayor provecho.

El rendimiento físico podría ser el puente que debes construir para llegar al lado del éxito. Es un camino.

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Está relacionado con la capacidad de producción de energía por parte de los músculos involucrados en la actividad, y ahí es donde radica la importancia de seguir todos estos consejos. Para algunas personas, esta capacidad está determinada en gran parte por la genética, pero ésta no lo es todo; afortunadamente, es posible mejorar e incrementar la condición física a través de la constancia, la disciplina y la fuerza de voluntad. Todo esto tiene mucho que ver con la eficiencia y con el ser capaz de obtener mejores resultados con menos esfuerzo.

Según las herramientas con las que contemos y el uso que hagamos de ellas, tendremos unos resultados u otros, un buen rendimiento u otro.

Así que no dejes que la caminadora te quite el aliento, ni que la mente te diga que no puedes levantar las pesas una vez más. Mejora tu rendimiento físico, mantén la mente bien enfocada y mide tus resultados. ¿Te imaginas todo lo que serías capaz de lograr si no te dieras por vencido?